La ventaja de saber controlar las emociones.

«Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo»

Aristóteles, Ética a Nicómaco.

Todos sabemos que al enojarnos perdemos el control, decimos palabras de las que después nos arrepentimos, comentemos acciones de las que nunca nos creímos capaces, nos desquitamos con la primer persona que se cruza en nuestro camino y todo el día la pasamos mal por el enojo de la mañana.

Claro que enojarse no esta mal, la ira es parte de la naturaleza humana pero el reto, que Aristóteles nos lanza, es controlar nuestro nivel de ira, es aprender a encaminar ese coraje y es demostrar que en todo momento estamos en control de nuestra persona.

Controlar nuestros sentimientos es estar un paso delante de nuestro rival, contraparte o enemigo, en un deporte, en una negociación, en la política o hasta en la misma guerra.

Con la misma frase con la que yo empiezo este Post, Daniel Goleman inicia “La inteligencia emocional”. Un libro que no enseña que el coeficiente intelectual muchas veces pasa a segundo término y que al controlar nuestras emociones nos ayudamos a tener una mejor vida.

Zidane se hizo expulsar en la final del Mundial Alemania 2006 por darle este cabezazo al jugador italiano. Al perder los estribos, el jugador frances, dejo a su equipo con 10 jugadores. Con el en la cancha, probablemente, Francia seria el actual campeon del mundo.

El Rey de España cayó en el juego de Presidente Hugo Chávez, Chávez, que es muy listo más no inteligente, buscaba la mínima provocación para poder alardear ante los medios de comunicación. El presidente de Venezuela es un “populista”  (Populista no es lo mismo que socialista) y gusta de montar espectáculos para que se hable bien o mal de el, pues hay quienes lo aman y quienes lo odian. Si el Rey hubiera controlado su reacción no hubiera permitido que Chávez obtuviera propaganda durante varias semanas alrededor del mundo.

En “Casablanca” al personaje de Victor Lazlo le gana el sentimiento de patriotismo cuando escucha a los alemanes cantar. En un acto, que en la película lo percibimos como valiente, Lazlo pide a la orquesta entonar La Marsellesa. Los alemanes sabían de las intenciones y obras de esto hombre, pero aún no encontraban un hecho que confirmara que el checo seguía en su lucha, esa noche Lazlo se los dío. Créanme en la vida real hubiera sido mejor pasar desapercibido. Ejemplo como estos hay miles, en el cine, en la pólitica, en las calles, en el deporte, en las familias, etc.

La próxima vez que sientas que la ira empieza a aparecer yo te invito a practicar el autodominio, en una negociación, en un partido, en el tráfico o en una discusión social. Controla tus emociones y observa como la otra persona pierde el control, se ve desesperado y a ti te cambia por completo la perspectiva.

Inteligencia emocional según Daniel Goleman es: autodominio, el celo,  persistencia y la capacidad de motivarse a uno mismo

“Las personas qué no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores qué sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad”. En otras palabras:

Si alguien te “menta la madre” en el tráfico de la mañana, no te arruines el día perdiendo los estribos, contrólate y observa como la otra persona lo hace.

José Manuel Guevara.

Fuentes:

Daniel Goleman: La inteligencia Emocional, cuando lo inteligente es tonto.