El negocio de las farmacéuticas. (Del SIDA a la Influenza H1N1).

Para el nuevo milenio, las Naciones Unidas (ONU) decidieron establecer ciertos objetivos de desarrollo pensando en el bienestar de la humanidad. El objetivo numero 6 es; Combatir el VIH/SIDA, el pauladísimo y otras enfermedades.

El continente africano representa el gran reto para estos objetivos, ya que es esta zona del planeta donde concentran los mayores índices de pobreza extrema, desnutrición y muertes causadas por enfermedades, principalmente el SIDA. “El SIDA mata diariamente a 6.000 personas en África – más que cualquier guerra, hambruna o inundación. Millones de niños son huérfanos a causa del mal y/o son seropositivos”

Los números alrededor de esta enfermedad, son tanto, impresionantes como preocupantes. Según la pagina de los Objetivos de Desarrollo del Milenio; diariamente son 7,500 personas las que se infectan y 5,500 las que mueren. El caso de África merece mención aparte. En África hay 23 millones de personas infectadas con el virus del VIH/SIDA.

En la actualidad es una realidad que existen los medicamentos que permiten llevar una vida “normal” si se tienen SIDA, pero los medicamentos son escasos, de un precio muy elevado y están concentrados en los países desarrollados, ya que son las empresas farmacéuticas de estos países son las que los producen. El AZT fue la primera droga importante que se utilizo para combatir los efectos del virus. Ya a mediados de los 90’s existía en los Estados Unidos un complejo cóctel antiviral que se sigue utilizado hoy en día para controlar el VIH. Las personas que tienen acceso a este medicamento pueden trabajar una jornada laboral completa o hasta viajar con algunas consideraciones especiales.  Los medicamentos para ayudar a los africanos están fuera de su alcance.

Supuestamente, estas farmacéuticas han acordado ir reduciendo el precio de los medicamentos para combatir el VIH. Pero no podemos olvidar que estamos hablando del continente más pobre, por lo que estas drogas siguen siendo muy costosas para una gran parte de la población de África. “70% de los 34 millones de infectados por el VIH son africanos” (ONUSIDA).

“En Estados Unidos hay casi un millón de infectados con el VIH. El año pasado sólo 20.000 personas murieron de SIDA, lo que significa que Estados Unidos está gastando miles de millones de dólares en medicamentos, atención médica y otros servicios para combatir el virus”.

Estados Unidos, no solo tiene en su territorio a las empresas farmacéuticas que producen las drogas que permiten llevar una vida “normal” aún con el VIH/SIDA. Tiene el capital para financiar este programa de salud, tienen la estructura medica, educación en casi la totalidad de su población y algo fundamental ha sido el apoyo de las Organizaciones no Gubernamentales en conjunto con la sociedad civil, que se han involucrado  presionando al gobierno y consiguiendo importantes fondos por parte del sector privado. Esta es la forma de enfrentar un problema tan grave como lo es el SIDA, pero la realidad es que los países africanos están muy lejos de obtener las características, ya mencionadas, para combatir esta enfermedad.

El SIDA los Estados Unidos no ha sido erradicado pero si controlado. Sin embargo en otras partes del mundo la epidemia esta fuera de control ¿Por qué? La respuesta es simple; los africanos no tienen dinero para comprar los medicamentos y por otro lado las farmacéuticas ven en la epidemia del SIDA un negocio, no tienen la intención de ayudar a los infectados, solo quieren ganar más dinero.

“Las grandes corporaciones farmacéuticas de Estados Unidos han gastado millones de dólares en probar y fabricar las drogas que combaten el VIH. Se trata de rivales en el mercado pero en un aspecto fundamental tienen un interés común: usar la ley internacional de derecho de autor para mantener su control de la manufactura, la distribución y los precios de los medicamentos, entre ellos el AZT” (BBC online). Podemos definir entonces a estas corporaciones como un oligopolio que controla por completo la producción de estas drogas, lo que les da la ventaja de fijar el precio en busca de más ganancias. Porque si bien, los ciudadanos en pobreza extrema no tienen la capacidad de adquirirlas, las farmacéuticas obligan a gobiernos e instituciones internacionales a comprárselas para intentar ayudar a la población. Estas empresas se basan en el derecho internacional y en la ley de derechos de autor. Si el una gran parte del mundo no ha logrado controlar el SIDA es por el dinero y lo que representa en el sistema capitalista.

Hoy en día las farmacéuticas vuelven a ver una ventana de oportunidad en la Influenza H1N1. La multimillonaria empresa Novartis le puso en claro a la OMS que no dará donaciones a los países con bajos ingresos. Demostrando una vez más que el sistema capitalista esta por encima de todo. No existe una verdadera cooperación internacional para los países más pobres, tal y como en el caso de SIDA, las farmacéuticas ven en las terribles enfermedades un negocio y nada más.

La semana pasada la OMS declaró que el brote de Influenza era ya una pandemia e hizo un llamado  a las farmacéuticas a ser solidarias, pero poco le importo a las empresas que ya fijan los precios de la vacuna en un promedio de 10 a 15 dólares. Recordemos que un alto porcentaje de la población mundial vive con menos de 2 dólares al día. En la actualidad es imposible cerrar los ojos y no ver la escala de desigualdad que existe internacionalmente. Mientras más del 80% de la población vive en países de bajo o medio-bajo ingreso, estos estratos apenas representan el 15% del total de la renta mundial.

José Manuel Guevara.

Referencias:

SIDA en África, El continente huérfano BBC online 6 de mayo de 2009. http://www.bbc.co.uk/spanis/especiales/sidaafrica/default.shtml

VIH-SIDA. Organización Mundial de la Salud. http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/

Objetivo  6: Combatir el VIH/SIDA, el pauladísimo y otras enfermedades. Naciones Unidas Informe 2008. http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/pdf/goal6_2008.pdf

http://www.bbc.co.uk/mundo/economia/2009/06/090615_1420_novartis_sao.shtml